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Unformatted text preview: 2 TEXTO 1.RETOS DE LA ADMINISTRACION
EDUCATIVA
Por: Profra. Clara M. González García.
Yo les quiero hablar acerca de la gran inquietud que existe en
cuanto a la importancia de los problemas que sufren los
docentes, relacionados con el estrés, la falta de reconocimiento,
la depresión, la falta de habilidades didácticas y aun de
actualización en sus áreas disciplinarias. En muchas partes, el
profesor trabaja solo y bajo administraciones inadecuadas que
lejos de ayudarle constituyen una carga burocrática.
De Pereti (en el libro “ El enseñante también es una persona” de
Ada Abraham, 1986, pp. 171-172) ha dicho que: "la realización
acabada de la persona de los docentes, realización que garantiza
el desarrollo pleno de los alumnos, exige que éste disponga de
una variedad de medios y procedimientos pedagógicos, o lo que
se da en llamar “instrumental pedagógico”. Con esa variedad, el
docente puede responder a las diversas expectativas de los
alumnos y puede también diferenciar su práctica pedagógica,
preservarla de la monotonía y el desgaste; además, puede darse
cuenta de lo que hace y, por consiguiente, aclarar su propia
práctica y sus indispensables variantes.
Puede por fin comprender que no existe un solo método educativo válido, un solo camino de progreso didáctico." El problema,
entonces, es el cómo lograr que el maestro pueda alcanzar los
objetivos mencionados anteriormente sin necesidad de que lo
propuesto destruya su libertad o su creatividad, antes bien, que
le permita desarrollarlas al máximo. Así se tiene que un propósito de la administración educativa es
poner al servicio del alumno y del maestro todos los recursos
disponibles de las instituciones a través de sistemas y procesos
para alcanzar esos objetivos, su finalidad es crear y ofrecer a los
alumnos las mejores experiencias de aprendizaje posibles, a
través de un proceso sustentado y permanente que ayude a la
satisfacción personal y profesional del docente, así como al
desarrollo de la organización.
Por otro lado, Senge (1990, en su libro “La Quinta Disciplina”)
nos dice que las teorías modernas de la organización basadas en
el aprendizaje, u organizaciones inteligentes, tienden a considerar a la administración como centro de conocimiento y de
diseño, por esto, otro principio de la administración es que no
debe servirse a sí misma, sino que debe estar al servicio del
mejoramiento de la enseñanza. Tareas tales como evaluar la educación, promover proyectos, generar "visión", hacer que la
organización se conozca a sí misma y se autoevalúe, evaluar y
analizar si se fomenta la creatividad, los valores y el pensamiento crítico, apoyar administrativamente modelos pedagógicos y métodos didácticos, incorporar las nuevas tecnologías
de información y otras más, son parte de las funciones de la
Administración Educativa.
Actualmente ya no se discute tanto acerca de sí los fines de la
educación consisten sólo en la inserción futura del alumno en el
mercado de trabajo, si éste debe ser agente de cambio, o bien
recibir una formación "integral". El estado actual de la sociedad
demuestra no sólo que esos objetivos no son contradictorios
entre sí, sino que al contrario, es necesario que estén imbricados
de tal manera que no sea posible cumplir uno de ellos si no se
realizan los demás. Por otra parte, cada vez se abandonan más
los esquemas de competencia individualista para enfatizar los
procesos de colaboración social y de aprendizaje comunitario.
Al respecto, la Comisión de las Comunidades Europeas para la 3 4 Educación (1995) señala que "el informe de la Mesa Redonda de
los Industriales Europeos (febrero de 1995) hizo hincapié en la
necesidad de una formación polivalente basada en conocimientos ampliados, que desarrolle la autonomía e incite a
aprender a aprender a lo largo de toda la vida: La misión
fundamental de la educación es ayudar a cada individuo a
desarrollar todo su potencial y a convertirse en un ser humano
completo, y no en una herramienta para la economía; la
adquisición de los conocimientos y competencias debe
acompañarse de una educación del carácter, de una apertura
cultural y de un despertar de la responsabilidad social." problemas fundamentales de Latinoamérica respecto a la
educación y, como se menciona en la reunión de la UNESCO,
"urge elaborar estrategias de apoyo al docente como un modo de
invertir el declive constante de la calidad profesional y de las
condiciones de trabajo que se observan hoy en muchas partes del
mundo". Aunados a estos problemas referentes a los docentes,
hace falta mucho por hacer en cuanto a las vinculaciones de la
universidad con la empresa, de la tecnología con la educación y,
en general, de la vida social con los sistemas de enseñanza,
tareas todas que competen de manera directa al Administrador
Educativo. Como ya comentamos el desgaste, la falta de alicientes
económicos y el reconocimiento social auténtico, aunados a la
carencia de un buen sistema de selección de docentes, han traído
como consecuencia, docentes con poca preparación académica,
indolentes a su propia superación profesional y con un profundo
pesimismo respecto de su misión. Sin pretender hacer un análisis exhaustivo de lo que debe ser
una buena administración académica o educativa, quiero
destacar algunos puntos importantes respecto a su impacto en
los cambios curriculares; el nivel de trascendencia y amplitud de
dichas transformaciones dependerá de la permisividad y de la
acción misma de la administración. Latapí (1994, en su libro “La investigación educativa en
México”) comenta "la capacitación de los maestros en ejercicio
no se ha orientado a las necesidades fundamentales de un
aprendizaje eficaz". En cuanto a la formación docente de nivel
profesional, existen problemas similares, pues las estadísticas
muestran que un 70% de los docentes no reciben capacitación
docente en el primer año de trabajo, que lo realizan bajo su
exclusiva responsabilidad, y que el 80% fueron reclutados de la
misma universidad donde hicieron sus estudios. De igual
manera, se observa una gran resistencia al cambio en muchos
profesores, especialmente en aquellos que tienen varios años de
servicio. Es importante analizar, aunque sea brevemente, las interacciones
que existen y deberían existir entre la administración y la
docencia. Para esto, podemos auxiliamos de algunas nociones
relativamente recientes que se han generado en el estudio de las
organizaciones. Estos problemas y otros nos conducen a pensar en serias fallas
en los administradores educativos, que tradicionalmente han
sido ajenos a esta problemática. Hoy por hoy, éste es uno de los Estos conceptos han surgido de teorías que se pueden agrupar en
lo que se ha llamado “organizaciones inteligentes" u
"organizaciones que aprenden", esta teoría sostiene que las
organizaciones deben repensarse y dedicarse a conocer el
entorno y a sí mismas, para que de esta manera puedan
reestructurarse abordando los problemas de raíz. Por otra parte,
se insiste en que las instituciones no deben actuar solamente
bajo el criterio de las funciones que desarrollan los distintos
departamentos que las componen, sino fundamentalmente de los
procesos que permiten efectuar interacciones entre los 5
departamentos para cumplir funciones más amplias y trascendentes.
Los conceptos que se comentan tienden a romper los paradigmas
anteriores de operación de las instituciones para hacerlas más
dinámicas y creativas al aprender de sí mismas. Senge propone
algunas ideas relacionadas con la vida académica, como las
siguientes:
1. Los sistemas tienden a adaptarse al error, por lo que son
inhábiles para reconocerlo, entonces lo justifican. A la larga, esto
conduce a la entropía y destrucción del sistema.
2. Las funciones de control de empleados desgastan a los
directivos, al personal y reprimen el trabajo creativo. Por lo
anterior, Senge dice que la función primordial del poder o del
control es diseñar o rediseñar la operación; es decir, el poder
tiene como función incrementarse a sí mismo en funciones
creativas y variadas: negociar, abrir espacios, generar proyectos,
etc. Es importante que el administrador educativo entienda que
su cliente principal, en el orden operativo, no es el alumno sino
el profesor. Efectivamente, su misión principal es ayudar al
profesor a que sea más efectivo como enseñante y contribuir a
su bienestar. Un profesor optimista, confiado y relajado será
capaz de transmitir ese bienestar a sus alumnos y de preparar
con ánimo sus clases. En consecuencia, una de las funciones
más importantes del administrador es ayudar a los profesores a
superar las tensiones y depresiones a las que están expuestos
frecuentemente. El administrador que cree que su misión es
recordarle constantemente al maestro el rol que debe
desempeñar, sólo contribuye a incrementar su malestar. Así
pues, el administrador debe dedicar buena parte de su tiempo a
fomentar una excelente comunicación y compañerismo. Es
fundamental que el administrador educativo sea capaz de
generar proyectos concretos que contribuyan al crecimiento 6
personal o profesional del docente, a la creación de sistemas
pedagógicos – con la participación de los académicos -, que
apoyen al proceso de enseñanza-aprendizaje y al desarrollo de
proyectos de vinculación de las instituciones educativas con el
entorno social. Esto ayudará a evitar la rutina, dirigir el trabajo y
a considerar la enseñanza como una actividad creativa que
responde rápidamente a las necesidades sociales y humanas.
3. Para que sobreviva un sistema y crezca, son igualmente
importantes todos los factores del medio ambiente, y no sólo los
ejecutados por la autoridad de un suprasistema. Por eso,
actualmente se insiste en que la administración educativa debe
hacer caso a la vida cotidiana de los sistemas, y tomar decisiones
con base en la información que proporcionan los que están en
contacto directo con el medio ambiente y sus distintas variables.
No ser solamente transmisor de órdenes sin mediación alguna
del conocimiento, lo que lleva a la larga al fracaso. Los grupos
de trabajo muchas veces para sobrevivir y defender a la misma
institución, recurren a la simulación, o lo que algunos llamarían
"desobediencia inteligente", frente a órdenes o estímulos
adversos. La simulación genera la ilusión de que todo está bien
y que las decisiones de la autoridad fueron las más acertadas.
4. Es fundamental empezar el análisis de necesidades y
asignación de recursos para las tareas que ofrecen los servicios
directos, y dejar para después las de apoyo y las administrativas.
De igual manera, es importante el que se constituyan organismos
por procesos, y no sólo por funciones, por ejemplo, un sistema
administrativo de apoyo al trabajo docente que obedezca a las
necesidades de crecimiento de éste.
5. El buen administrador debe considerar qué ahorros son sanos
y cuáles van en detrimento del servicio y la calidad.
7 6. Los cambios en las instituciones deben resolver problemas o
generar cambios estructurales que permitan mayor desarrollo, lo
que implica en consecuencia hacer los cambios en el momento
más oportuno, tomando en cuenta todos los factores del
contexto, considerando al mismo tiempo lo administrativo, lo
productivo y el entorno. Por ejemplo, el establecimiento de
procesos para vincular la universidad a la empresa o a las
fuentes de trabajo. Esto implica también ir al fondo del
problema y no a sus síntomas.
7. Coadyuvar a la Investigación institucional y al pensamiento
estratégico. Las organizaciones no deben hacer sólo pronósticos
basados en el pasado, sino generar escenarios diversos de
posibilidades futuras, establecer su visión, su misión y sus metas
de manera cuidadosa, y luego buscar inteligentemente los
medios para lograrlas. El sentido estratégico obliga también a la
autorreflexión del propio desempeño organizacional, que puede
recogerse a través de indicadores de eficiencia y también de
investigación dirigida, para conocer a más detalle los problemas
de su operación. Los invito a leer el libro de Tomás Miklos
“Planeación Prospectiva. Una estrategia para el diseño del
futuro”. el factor humano como fuente de progreso institucional en todos
sus ordenes, generar culturas éticas e inteligentes, fomentar el
trabajo en equipo, la colaboración y la confianza, reducir los
sistemas de control que no añadan valor a la operación, trabajar
en proyectos y rediseño de acuerdo con metas ambiciosas,
sentido holístico y ecológico y uso de la mejor tecnología
disponible para la optimización de los recursos.
Uno de los errores más frecuentes consiste en pensar que los
problemas educativos dependen exclusivamente del maestro y
sus actitudes. Los esfuerzos de los administradores educativos se
deben enfocar a cómo cambiar al maestro sin participar en el
cambio mismo.
La administración educativa, salvo algunas excepciones, se ha
limitado a reproducir, sin adaptación alguna, la administración
tradicional, sin considerar que la vida académica impone
demandas humanas de distinta índole; empezando porque el
alumno es un agente activo en su propio aprendizaje, y la
educación el fruto de una interacción humana en donde se
realizan con profundidad los valores que forman al hombre y la
sociedad del mañana. 8. Propiciar el uso de tecnología avanzada. Las organizaciones
inteligentes utilizan tecnología avanzada con dos propósitos: 1)
aligerar la carga de sus procesos rutinarios para que el personal
se dedique a aspectos más creativos y estratégicos y 2) mantener
líneas amplias de información para tener información actual y
precisa del entorno. En las universidades, además, la informática
tiene la amplia posibilidad de aplicarse en múltiples formas al
proceso de enseñanza- aprendizaje; es decir, en la operación
misma. BIBLIOGRAFÍA A manera de conclusión, podríamos decir que la tendencia actual
en la filosofía organizacional se caracteriza por enfatizar
8 De Bono, Edward (1986). Saber pensar. Compañía General de
Ediciones, México.
9 Argyris, Chris, (1990). Cómo vencer las barreras organizativas.
Ed. Díaz de Santos, Madrid.
Abraham, Ada, et al. (1986), El enseñante es también una
persona. Barcelona, Ed. Gedisa.
Coll, César. (1995). Psicología y Curriculo. Paidós, México. Drucker, Peter (1991). La innovación y el empresario innovado.
Ed. Hermes, México.
Elliot, J. (1991). El cambio educativo desde la investigación
acción. Ed. Morata, Madrid.
Espíndola J. L. y Beatriz Górnez (1995). "Una investigación
sobre valores". Ponencia para el 3er. Congreso del ITESMCampus Morelos.
Flores, Fernando (1989). Inventando la empresa del siglo XXI.
Ed. Pedagógicas Chilenas S. A.
Gordon, Thomas, M.E.T. (1991). Maestros
técnicamente preparados. Ed. Diana, México. eficaces y Hammer, Michael y James Champy (1993). Reingeniería. Ed.
Norma, Bogotá.
Latapí, S. Pablo (1994). La investigación educativa en México.
Fondo de Cultura Económica, México.
Perkins, D. N. (1995). La escuela inteligente. Ed. Gedisa,
Barcelona.
Senge, Peter M. (1990). La quinta disciplina. Ed. Guernica/
Vergara, Buenos Aires.
Stenhouse, L. (1987). La investigación como base de la
enseñanza. Ed. Morata, Madrid.
Tallizina, Nina F. (1993). “Los fundamentos de la enseñanza en
la educación superior”. Conferencias, Universidad Autónoma
Metropolitana- Ángeles Editores, México. TEXTO 2
PROPUESTA DE CAMBIO EN
LA ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA
M. Ed. Alma Estela Valdez Mar. Introducción
En el mundo tan complejo que vivimos y de acuerdo con los
cambios estructurados por la globalización, la administración
educativa no puede darse de una forma aislada, sino en un
contexto que la haga funcionar de manera holística.
La supervisión y administración educativa son elementos para el
desempeño eficiente de las instituciones educativas modernas.
El administrador educativo es responsable de la calidad del
servicio que brinda la institución y es capaz de llevar a cabo
todos los procesos gerenciales, (planificación, administración,
supervisión y control) para poder tener éxito en su gestión. El
administrador debe ser además líder, ya sea adaptándose a la
cultura existente en el centro educativo o modificándola si lo
considera necesario.
La administración educativa, es considerada como la ciencia y
arte que busca el logro de objetivos y propósitos educativos,
bajo las políticas de las instituciones y programas que ayudan al
aporte de conocimientos, actitudes y valores humanos, todo
sustentado en el currículo educativo.
Por lo anterior es pertinente que la administración educativa
participe en la formación integral del ser humano al administrar
el currículo en tiempo y forma. Por lo cual todos los elementos
11 que lo conforman serán planificados, organizados, dirigidos y
evaluados, pero no solo por el administrador, sino por todos los
que participan en dicho proceso. Además es importante puntualizar que el administrador debe contar con la pedagogía
necesaria para poder interpretar, mejorar y desarrollar el
currículo que proporcionara un determinado producto al egresar.
Meza (1999) considera que si aplicáramos las fases o procesos
de la administración clásica en la administración educativa, no
sería correcto ya que se estaría aplicando bajo el contexto de las
ciencias administrativas, y precisamente este enfoque ha
provocado un sesgo al verdadero sentido y alcance de lo que
significa administrar lo educativo.
Por consiguiente la administración educativa ha estado influenciada por elementos teóricos y prácticos del modelo tradicional
o tecnocrático, el cual está estructurado de forma centralista y
unidireccional y, lo peor de todo, está guiada por principios
burocráticos, lo cuales no le permiten situarse de manera
funcional y holística, provocando fracturas en el logro de los
objetivos institucionales.
Lo anterior se sustenta en varias evidencias (Venegas, 2000):
• Los directivos de la educación operan bajo organigramas
fuertemente jerarquizados y circulares.
• La planificación educativa y curricular ha sido asumida por las
más altas autoridades, dejando a los gobiernos locales el rol de
ejecutores y consumidores del currículo.
Dichas evidencias demuestran que sólo unos pocos piensan y los
demás sólo ejecutan lo que los otros piensan, como ocurre en
una administración tradicionalista.
12 Rodríguez (1999) comenta que "Los supervisores educativos no
han recibido una formación adecuada para realizar las funciones
directivas en educación, a pesar de las diversas estrategias para
su desarrollo y capacitación"
Por lo tanto, es claro deducir que la función primordial de una
administración moderna, es romper paradigmas y que exista en
las instituciones educativas la conciencia de los recursos que
están administrando. Entre estos recursos, el principal es el ser
humano. El proceso en la formación del ser humano requiere
de una gran visión crítica y de mejoramiento continuo. Estos
elementos permitirán crear una cultura organizacional, la cual no
debe ser impuesta, sino que se construye, día a día, a cada
instante, a través de las relaciones con las personas.
El administrador como se comentó anteriormente, debe ser
agente de cambio, de acuerdo con las necesidades actuales de la
educación. Debe estar capacitado para trabajar en equipo, con
una actitud positiva y dispuesta a solucionar contingencias
relacionadas con el currículo educativo y con su entorno.
Asimismo, debe desarrollarse como un operador de la política
educativa, sin injerencia en la planeación, operación y
evaluación de los resultados de su universidad. (Juárez, 2006).
Un director que administra bajo su intuición, nunca logrará que
su escuela llegue a ser de calidad, ya que una institución de
calidad y además competitiva, sólo puede lograrse con la
participación de todos los involucrados en el proceso, bajo un
modelo administrativo enfocado a la realidad inmediata,
teniendo muy presente los objetivos, las estrategias, las
necesidades de todos los recursos y, sobre todo, la evaluación y
seguimiento de lo planeado.
Además, de acuerdo con diversos estudios, se ha comprobado
13 que aplicar por intuición su experiencia,...
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