
Unformatted text preview: DEL EJERCICIO, EL DEPORTE Y LA OBESIDAD 2012 2012 IMPLICACIONES
CARDIOVASCULARES Enrique Asín Cardiel
Arturo García Touchard
(Editores) Implicaciones cardiovasculares
del ejercicio, el deporte
y la obesidad Enrique Asín Cardiel
Arturo García Touchard
(Editores) Implicaciones cardiovasculares
del ejercicio, el deporte
y la obesidad Reservados todos los derechos.
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ANEBRI, S.A.
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28019 MADRID
Impreso en España / Printed in Spain Autores:
Enrique Asín Cardiel (Universidad Alfonso X el Sabio. Hospital La Zarzuela, Hospital
San Francisco de Asís. Madrid)
Vivencio Barrios Alonso (Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid)
Antonio Bayés de Luna (Universidad Autónoma de Barcelona)
Araceli Boraita Pérez (Consejo Superior de Deportes)
Josep Brugada Terradellas (Hospital Universitario Clinic. Barcelona)
Domenico Corrado (Universidad de Padua, Italia)
Juan F. Delgado Jiménez (Hospital Universitario Doce de Octubre. Madrid)
Arturo Fernández-Cruz (Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid)
José Ramón González Juanatey (Complejo Hosp. Univ. Santiago de Compostela)
Antonio Hernández-Madrid (Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid)
Antonio José López Farré (Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid)
Francisco López Jiménez (Mayo Clinic Rochester. Minnesota)
José Mª Maroto Montero (Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid)
J. Alfredo Martínez-Hernández (Universidad de Navarra)
Gabriel Ángel Martos Moreno (Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. Madrid)
William J. McKenna (University College. London)
Esteban Pérez Almeida (Instituto Gerontológico. Madrid)
Francisco Sánchez Franco (Hospital Carlos III. Madrid)
Luis Serratosa Fernández (Servicios Médicos Real Madrid)
M.T. Tomé Esteban (University College. London) Anexo Divulgación:
Bartolomé Beltrán Pons (Prevención y Servicios Médicos Atresmedia)
Araceli Boraita Pérez (Consejo Superior de Deportes)
José Ramón González Juanatey (Complejo Hosp. Univ. Santiago de Compostela)
Javier de Loño Capote (Área de Salud Mental. Comunidad Valenciana)
Susana Monereo Megías (Hospital Universitario de Getafe. Madrid)
Con la colaboración de:
Patricia Suero Valero
Paloma Cofrades Eguren
Marta Asín Terol ÍNDICE PRÓLOGO
E. Asín Cardiel y A. García Touchard.......................................................... 11 PRIMERA PARTE
1. Fisiología del ejercicio y su repercusión cardiovascular, J. R. González Juanatey................................................................................................. 15 2. Ejercicio en prevención secundaria (rehabilitación cardiaca), J.M.
Maroto Montero............................................................................................ 33 3. Ejercicio físico en personas mayores, E. Pérez Almeida.......................... 49 4. Electrocardiograma en deportistas. ¿Normal o patológico?, A. Bayés
de Luna............................................................................................................. 57 5. Corazón de deportista. ¿Fisiológico o patológico?, A. Boraita Pérez..... 75 6. Ejercicio físico e hipertensión arterial, V. Barrios Alonso...................... 95 Resumen: Cambios cardiovasculares del Ejercicio Físico. Su papel en la
prevención y tratamiento, E. Asín Cardiel..................................... 107
SEGUNDA PARTE
7. Pruebas diagnósticas en deportistas. ¿A quién, cómo y cuándo?,
L. Serratosa..................................................................................................... 117
8. Valor de los test genéticos en deportistas, A. J. López Farré.................. 131
9. Síncope y muerte súbita en deportistas, D. Corrado.............................. 141
10. Alteraciones del QT, WPW y síndrome de Brugada en atletas, J.
Brugada Terradellas........................................................................................ 159
11. Hipertrofia versus miocardiopatía hipertrófica en atletas, William
J. McKenna y M.T. Tomé Esteban............................................................. 173
Resumen: Arritmias en deportistas, A. Hernández-Madrid.......................... 187 –9– TERCERA PARTE
12. Aspectos genéticos de la obesidad, J. A. Martínez-Hernández............. 195
13. Obesidad, diabetes y enfermedad cardiovascular, A. FernándezCruz.................................................................................................................. 207
14. Efectos de la obesidad como causa de diferentes enfermedades
cardiovasculares, F. López Jiménez.......................................................... 219
15. Importancia de la obesidad en niños y adolescentes, G.A. Martos
Moreno............................................................................................................. 233
16. Alternativas terapéuticas de la obesidad, F. Sánchez Franco.................. 245
Resumen: Obesidad y enfermedad cardiovascular, J. F. Delgado Jiménez............................................................................................ 269
CUARTA PARTE
Sesión de Divulgación
17. La práctica del ejercicio en la infancia y en la adolescencia: factor
prioritario para la salud física y mental, J. de Loño Capote................... 275
18. El boom del ejercicio físico. Sí, pero adaptado a cada persona, A. Boraita Pérez......................................................................................................... 281
19. Consejos para una dieta auténticamente saludable, S. Monereo
Megías.............................................................................................................. 291
20. Realidad de la prevención cardiovascular en España. ¿Cuál es el camino?, J.R. González Juanatey.................................................................... 301
Resumen: Cómo perjudicamos a nuestro corazón. Hábitos, costumbres y
conductas, B. Beltrán Pons................................................................ 313 – 10 – PRÓLOGO Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad en los países llamados desarrollados (47% en la media de países europeos
y alrededor del 31% en España). El sedentarismo, los hábitos alimentarios, el
exceso de peso (la grasa corporal y/o abdominal), y la obesidad se correlacionan
directamente con la enfermedad coronaria, la hipertensión arterial y sus complicaciones cardiovasculares, la diabetes, el síndrome metabólico y la insuficiencia
cardiaca. Por ello puede afirmarse que la obesidad y el sobrepeso es el problema de salud más importante del siglo XXI, el más prevalente y el que menos se
consigue mejorar. Se calcula que en el mundo existen más de 1.400 millones de
adultos con sobrepeso y 300 millones de obesos. En España las cifras más recientes indican que la obesidad alcanza al 17% de la población adulta y el sobrepeso
al 37%, entre los menores el 10% presenta obesidad y el 20% exceso de peso. Las
cifras de sobrepeso que aporta la OCDE para nuestro país nos sitúan por encima
de la media y se calcula que puede haber 2 millones de personas con obesidad
severa, y estas cifras van en aumento. Este problema es especialmente grave en la
infancia, donde uno de cada 3 niños tiene sobrepeso u obesidad, por ello debe
inculcarse en la infancia y adolescencia los hábitos alimentarios saludables y la
realización de ejercicio físico y deporte.
Diferentes estudios han demostrado los efectos beneficiosos del ejercicio físico en la prevención cardiovascular y en la calidad y esperanza de vida; estos
efectos son evidentes en la prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares, pero el ejercicio físico tiene también efecto terapéutico en pacientes que
ya han presentado algún proceso cardiaco, especialmente coronario (prevención
secundaria), y de ahí la utilidad de los programas de rehabilitación cardiaca. A
pesar de los beneficios demostrados del ejercicio físico muy pocas personas conocen bien las condiciones para su realización idónea. Incluso los médicos no
trasmiten muchas veces estas recomendaciones adecuadamente. El tipo de ejercicio físico y su intensidad debe adaptarse a las condiciones de la persona: edad,
género, factores de riesgo, nivel de entrenamiento, etc. El deporte produce una
serie de cambios en el sistema cardiovascular: estructurales, funcionales y moleculares, que se consideran normales dentro del corazón del deportista, que es – 11 – necesario conocer y diferenciar de alteraciones patológicas que pueden poner en
riesgo la vida del deportista. El tipo de estudios que deben realizarse a las personas que van a realizar práctica deportiva es debatido, siendo diferente en Europa
que en EE.UU. Las diferencias entre lo fisiológico y lo patológico tienen enorme
importancia por las implicaciones que puede llevar consigo para el atleta.
La muerte súbita en deportistas, sus causas, y cómo prevenirla es otro aspecto
de enorme interés y actualidad. Por todo ello y con el fin de tratar todos estos aspectos en profundidad, organizamos con la Fundación Ramón Areces un
simposio, en el que participaron expertos de primera línea en cada uno de los
temas. El nivel de las ponencias y la gran aceptación del simposio nos animaron
a realizar este libro basado en las diferentes presentaciones que se llevaron a cabo
en el mismo.
Al final de este libro figura una sección de divulgación producto también de
una sesión, al final del simposio, de puertas abiertas al público en general con el
objetivo de difundir todos estos conocimientos para evitar “hábitos, costumbres
y conductas” nocivas que incrementan el riesgo cardiovascular. Cuanto mayor es
el progreso de la cardiología, más importancia adquiere la prevención, siendo los
esfuerzos en ese sentido de controlar los factores de riesgo mucho más eficientes
antes de aparecer la enfermedad que la aplicación de medidas terapéuticas después. Y este es el mensaje que es necesario trasmitir.
Deseamos agradecer a todos los autores el esfuerzo realizado, ya que gracias
a ellos hemos podido realizar esta publicación, y a la Fundación Ramón Areces,
en una muestra más de la importante labor que viene realizando en todos los
hábitos de la ciencia y de la cultura. Esperamos y deseamos que el presente libro
sea de interés y utilidad para todos los lectores.
E. Asín Cardiel
A. García Touchard – 12 – PRIMERA PARTE
Fisiología del ejercicio y su repercusión cardiovascular,
J.R. González Juanatey.
Ejercicio en prevención secundaria (rehabilitación cardiaca),
J.M. Maroto Montero.
Ejercicio físico en personas mayores,
E. Pérez Almeida.
Electrocardiograma en deportistas. ¿Normal o patológico?,
A. Bayés de Luna.
Corazón de deportista. ¿Fisiológico o patológico?,
A. Boraita Pérez.
Ejercicio físico e hipertensión arterial,
V. Barrios Alonso.
Resumen: Cambios cardiovasculares del ejercicio físico.
Su papel en la prevención y tratamiento,
E. Asín Cardiel. 1. FISIOLOGÍA DEL EJERCICIO Y SU REPERCUSIÓN
CARDIOVASCULAR José Ramón González Juanatey
El ejercicio físico induce cambios a nivel del sistema cardiovascular. Estos
cambios suceden tanto en población normal como en pacientes en programas
de rehabilitación cardiaca. Esta adaptación cardiovascular se produce a tres niveles: estructural, funcional y molecular. De estas tres, el nivel molecular es el que
más nos interesa. La búsqueda de qué cambios moleculares se asocian a salud
cardiovascular y la aplicabilidad de ellos para mejora de la salud cardiovascular
es donde está la frontera del conocimiento para su aplicabilidad futura. Dado
que los cambios se producen a estos tres niveles, nos referiremos a ellos en los
siguientes apartados.
El ejercicio físico diario, una de las claves para la salud cardiovascular. La Sociedad Europea de Cardiología (figura 1), lo recomienda como medida de pre- Figura 1 – 15 – vención de enfermedades cardiovasculares, con nivel IA, es decir, con la máxima
evidencia y máxima recomendación. Más de la mitad de los beneficios que se
obtienen con el ejercicio físico diario están en relación con cambios conductuales que van parejos al estilo de vida. Pero esta recomendación no solo se relaciona
con la prevención cardiovascular, sino que también el ejercicio físico está indicado como tratamiento en distintas patologías cardiacas, como son la cardiopatía
isquémica o la insuficiencia cardiaca, para la mejoría de su pronóstico y calidad
de vida. Es de reseñar que tanto la terapia conductual, mediante cambios en el
estilo de vida, y dentro de ellos el desarrollo de ejercicio físico, pueden ser más
importantes que distintas terapias de tratamiento. Es de destacar, como ejemplo,
que el hecho de abandonar el tabaquismo tras un infarto de miocardio se asocia
a un 40% de reducción de la mortalidad, y no hay ningún tratamiento crónico
tras un infarto de miocardio que tenga este impacto tan importante sobre la
mortalidad.
Estos cambios, estructurales, funcionales, y moleculares que se asocian al
ejercicio físico no solamente se concentran a nivel cardiaco sino también a
nivel vascular y se acompañan de cambios neurohormonales y autonómicos
(figura 2). Es muy importante destacar también los cambios no cardiovascula- Figura 2 – 16 – res inducidos por la práctica de ejercicio: a nivel del músculo esquelético, sistema respiratorio, sistema hematológico y nervioso. Se producen cambios beneficiosos sobre la viscosidad y coagulabilidad sanguínea, aumenta la capacidad
de trasporte de oxígeno y predomina el sistema vagal sobre el simpático. Desde
un punto de vista general, el ejercicio tiene una serie de efectos fisiológicos
beneficiosos en cuanto a reducción de los factores de riesgo cardiovascular,
como son los cambios sobre la composición de los lípidos sanguíneos, reducción de la presión arterial, disminución de la resistencia a la insulina y de la
adiposidad.
En la figura 3 pueden observarse los efectos del ejercicio a nivel sistémico
(músculo esquelético, sistema vascular y metabolismo), y a nivel cardíaco (hipertrofia e hiperplasia, disminución del daño isquémico, efectos sobre la función mecánica). Figura 3 Por tanto, los cambios fisiológicos del ejercicio van ligados a los mecanismos
moleculares, y aquí es donde aparece la nueva frontera, la búsqueda de nuevas
dianas terapéuticas al establecer las razones moleculares de los cambios deriva- – 17 – dos del ejercicio. Podría aplicarse, por ejemplo, a la cardiología regenerativa, al
trasplante celular y a otra serie de áreas; por ello, es de enorme interés conocer la
relación entre el ejercicio y la regeneración cardiaca.
Hay múltiples mecanismos biológicos inducidos por el ejercicio que justifican la reducción de la mortalidad y la mejoría de la calidad de vida (figura
4). No solo los cambios estructurales y funcionales cardíacos, sino también la
cambios en la trombogenicidad sanguínea y en la mejora de la función endotelial, que inducen una adaptación beneficiosa que reduce la aparición de eventos isquémicos, en gran medida relacionados con la capacidad trombogénica
de la sangre, la formación del coágulo y la obstrucción del vaso donde asienta
la placa inestable. Figura 4 Hay una serie de adaptaciones normales en la exploración física y en las
pruebas complementarias sencillas como el electrocardiograma, relacionadas
con el ejercicio físico que debemos conocer. En la figura 5 se relacionan los
cambios frecuentes y los menos frecuentes del electrocardiograma, en personas que realizan actividad física intensa según Corrado D. et al. (EHJ, 2010). – 18 – Así, con una prueba sencilla podríamos observar el reflejo de los cambios estructurales, funcionales y moleculares inducidos por el ejercicio en el sistema
cardiovascular. Figura 5 CAMBIOS ESTRUCTURALES
Al tratar del ejercicio siempre pensamos en el doble componente del mismo, el componente dinámico (aeróbico) y el componente estático (isométrico
contra resistencia, habitualmente anaeróbico). En la figura 6 se relacionan los
componentes dinámicos y estáticos en diferentes actividades deportivas. La
mayoría del ejercicio físico es una combinación de ambos componentes, aunque pueda predominar uno u otro. Esto tiene diferentes consecuencias a nivel
funcional y a nivel estructural, pero cada vez más se difumina ese concepto
clásico de que el ejercicio estático, isométrico, tiene una relación más directa
con cambios estructurales y el ejercicio isotónico, dinámico, más con cambios
funcionales. Al final hay un solapamiento en los referidos cambios relacionados con el tipo de ejercicio. – 19 – Componentes del Ejercicio Figura 6 En cuanto a los cambios estructurales, todos conocemos que el corazón se
hipertrofia para adaptarse a los requerimientos del ejercicio físico crónico
mantenido. En un estudio relativamente reciente en el que se evaluaron los
cambios estructurales sobre jugadores de fútbol americano, mediante empleo
de resonancia magnética cardiaca (figura 7), se vio que existen cambios estructurales, como son la hipertrofia de la pared del corazón a expensas de las cavidades izquierdas, y en menor magnitud, pero también, de las cavidades derechas. Aumento del tamaño del corazón y de las cámaras, sobre todo en
individuos como el de este ejemplo, que realizaban ejercicio dinámico.
Los aspectos estructurales inducidos por el ejercicio pueden resumirse en la
figura 8, extraída de un estudio de Waring C.D. et al. (Eur. Heart J., 2012), en el
que se observa cómo el ejercicio ligero o el ejercicio intenso aumenta el consumo
de oxígeno relacionado con el entrenamiento, y el peso del corazón aumenta de
forma significativa en relación a dicho fenómeno de hipertrofia. El ejercicio lige- – 20 – Figura 7 Figura 8 – 21 – ro o el ejercicio intenso mantenido, se asocia a hipertrofia ventricular; esta hipetrofia es a expensas de un incremento en el volumen de la masa de los cardiomiocitos. Es algo ya conocido que a mayor intensidad de ejercicio y con la
continuidad del mismo a lo largo del tiempo, el corazón aumenta su tamaño, a
expensas de hipertrofia de los cardiomiocitos. En este sentido, lo que aumenta
de tamaño es fundamentalmente el corazón izquierdo, produciéndose a nivel
del derecho más cambios funcionales que estructurales, debido a la mucha menor masa miocitaria de esta cavidad. Por tanto, los cambios estructurales que
conocemos a nivel cardiaco, como el aumento de la masa, son desproporcionados entre lo que sucede en el corazón izquierdo y en el derecho.
CAMBIOS FUNCIONALES
El segundo aspecto que hay que tratar se refiere a los cambios funcionales.
Como todos conocemos, el aumentar la frecuencia cardiaca, fundamentalmente en el ejercicio dinámico, aumenta el gasto cardiaco. El ejercicio y la adaptación al ejercicio desde el punto de vista funcional son fundamentalmente a expensas de incremento del volumen latido. Lo que siempre hemos considerado
fundamental para adaptarnos al ejercicio, es el incremento en el gasto cardiaco
al incrementar la frecuencia cardiaca; es decir, la capacidad que tenemos para
taquicardizarnos. Y se ha dado menos importancia al incremento en el volumen latido. El volumen latido es el volumen que expulsa el corazón (volumen
telediastólico menos el telesistólico) y hay un concepto fundamental que es el
concepto de reserva de precarga, que ha pasado relativamente desapercibido.
Este concepto de reserva de precarga juega un papel muy importante en individuos entrenados que realizan ejercicio regular, y se debe a la capacidad elástica del corazón para recibir una mayor cantidad de sangre...
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