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Die Gemeinwirtschaft (1932) Tercera Edición Castellana El epílogo fué escrito por Ludwig von Mises para esta traducción de Montes de Oca.
publicado como "Caos Planificado" (Planned Chaos). 19-f~. e incorporado. posteriormente, a las versiones en lengua Inglesa de este libro.
Prefacio escrito especialmente para esta edición por el Dr. Alberto Benegas Lynch,
presidente del Centro de Estudios sobre la Libertad, Buenos Aires, Argentina, institu·
ción bajo cuyos auspicios se reimprime la presente edición.
Primera edición en castellano publicada por la Editorial Hermes. S.A., Méjico. 1961.
Segunda edición en castellano publicada por el Instituto Nacional de Publicaciones de
Buenos Aires, Argentina, 1968.
Todos los derechos en castellano reservados por Western Books Foundation, 16 West
15th Street, Nueva York, NY 10010. Tapa: Creación y Diseño, Alberto Halac.
ISBN #0-9620983-0-2 LUDWIG VON MISES E.."{-PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE
VIENA Y DEL INSTITUTO UNIVERSITARIO
DE ....LTOS ESTUDIOS INTERN....CION....LES DE
GINEBRA, PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD
DE NUEV.... YORK. SOCIALISMO
ANALISIS ECONOMICO y SOCIOLOGICO TRADUCCIÓN DE LUIS MONTES DE OCA \ fA! "'..~ ",;-} \ .~'''~~
'. ',<: ~~':'/ . r~ f " : :.:.1' <"".: s:';;.'!)/ Bajo los auspicios del.,,,_~_,",::!,,:;,~
Centro de Estudios Sobre la Libertan
Buenos Aires, Argentina. PROLOGO
Ludwig von Mises nació en setiembre de 1881 en la ciudad de Lemberg, en territorio que entonces formaba parte del imperio austrohúngaro. Recibió una esmerada educación y desde muy joven se sintió
atraído por el estudio de los problemas sociales. Fue así que se graduó
en ciencias jurídicas, económicas y sociales en la Universidad de
Viena, donde luego enseñó ciencias económicas durante muchos años.
En la Primera Guerra Mundial fue Capitán de la Artillería Austríaca, y la
derrota militar de su país de origen le inspiró la intensificación de sus
críticas, que venía efectuando desde tiempo atrás al nacionalismo
colectivista que a su juicio contribuyó al debilitamiento social y político de su patria natal. Más tarde, ante la amenaza de las invasiones nazis,
en 1934 emigró a Suiza radicándose en Ginebra, donde el profesor
Rappard le pidió que desempeñara la cátedra de Relaciones Económicas Internacionales en el Instituto de Altos Estudios Internacionales
que él a la sazón presidía. Desempeñó Mises esa cátedra en Ginebra
durante seis años. En 1940 emigró a los EE.UU. que finalmente sería su
patria adoptiva. Allí continuó su labor docente mediante conferencias,
artículos y libros. Desde 1945 tuvo a su cargo una cátedra en la Universidad de Nueva York, donde se formaron varios de sus más distinguidos discípulos que hoy siguen su ejemplo enseñando en diversas
universidades.
Tuve el privilegio de conocer personalmente al Prof. von Mises en
Nueva York en 1950. En 1956 al cumplirse sus bodas de oro con el
doctorado, se le tributó un gran homenaje en el Club Universitario de
Nueva York, al que tuve el honor de asistir. En esa ocasión se le dedicó
un libro titulado "On Freedom and Free Enterprise," editado por Mary
Sennholz y en el que colaboraron algunos de sus discípulos y amigos VI tales como Hayek, Read, Hazlitt, Hut.t, de ]uvenel, Rothbard, Sennholz,
Rappard, Ropke, Machlup, Rueff y Spadaro. En 1957, siendo ministro
consejero de la embajada argentina en Washington, inicié gestiones
para que Mises viniera a la Argentina a dar conferencias, las cuales
tuvieron lugar en 1959 en la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad de Buenos Aires, invitado por el Centro de Estudios sobre
la Libertad. Esas conferencias tuvieron amplia repercusión y estimularon a los estudiosos argentinos a profundizar el conocimiento de las
enseñanzas del insigne maestro. Pronunció conferencias en diversas
universidades y centros académicos de varios países. Lo hizo en
EE.UU., Suiza, Gran Bretaña, Alemania, Holanda, Francia, Italia, Méjiq>,
Perú~ Argentina en la ocasión antes mencionada.
Con motivo de su fallecimiento ocurrido en octubre de 1973, "La
Prensa" de Buenos Aires publicó un artículo con mi firma que terminaba con la siguiente manifestación que ahora reitero: "Con la muerte
del Prof. von Mises, la civilización ha perdido uno de sus más
preclaros hombres de pensamiento del mundo contemporáneo. Pero
su ejemplo y sus valiosas enseñanzas sobreviven, no solo en sus
enjundiosas obras, sino también en la labor de los estudiosos y
profesores cuyo esfuerzo intelectual se inspira en el mismo credo
científico abrazado por el gran maestro desaparecido".
En los últimos tiempos, la difusión de las obras de Mises se ha
venido ampliando considerablemente debido al creciente interés que
ellas despiertan, por cuanto sus ideas y su valioso apoyo al progreso de
la ciencia poco a poco han vencido la conspiración de silencio originalmente organizada en su contra por los fanáticos de los totalitarismos del estado paternalista, todopoderoso y omnisciente. Ahora, los
estudiosos de los problemas que aflijen al mundo en que vivimos,
cada vez más vuelven su mirada a las obras del gran maestro en busca
de orientación a fin de enriquecer sus conocimientos.
Porque en las obras de Mises se encuentran los principios rectores
en este mundo atribulado y que tendrán que adoptarse algún día si es
que la humanidad, como esperamos, se afirme en el camino conducente a la paz y la prosperidad de los pueblos.
La irretutJble lógica ael pensamiento del prof. von Mises palpita en
todas sus obras, y la joven ciencia económica le debe a él avances fundamentales en la búsqueda de la verdad científica. Porque jamás dejó
de luchar por la verdad, y cuando la incompresión general se le
oponía, él prosiguió, sereno e imperturbable, su prédica esclarecedora.
Fue así como se erigió en un verdadero ejemplo de coraje intelectual, capaz de
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con VII capaz de afrontar con altivez la soledad injusta que en cierto momento
lo rodeó, paradojalmente debida a su inconmovible adhesión a los
principios científicos, apoyado en su incorruptible integridad moral y
su inexpugnable fortaleza espiritual. Van Mises despreciaba a quienes
él llamaba seudoeconomistas, por apartarse de las enseñanzas de la
ciencia para sumarse a los corifeos del estatismo que crece al impulso
de la demagogia inveterada. Porque van Mises insitía en que la función
fundamental del economista consiste en ilustrar al político sobre los
medios conducentes al mayor bienestar y la justicia que todos anhelan.
""'Lamentablemente, es frecuente que se prefiera la espectacularidad de
~ promesas imposibles, cargadas con falsas expectativas, a la seriedad de
'~ teorías verdaderas cuya práctica logra auténtico progreso y
~ prosperidad. La generosidad de van Mises en la práctica docente lo
llevó a penetrar en los aspectos más abstrusos de los fenómenos sociales para difundir a sus enseñanzas una claridad meridiana a fin de no
dejar en sus discípulos ninguna sombra de duda sobre la correcta concatenación e interdependencia en las relaciones de causa y efecto.
La inmutabilidad de la estructura lógica de la mente humana desde
tiempos inmemoriables venía sirviendo de base a la racionalidad del
progreso científico. Marx, en su impotencia para refutar las conclusiones de los economistas liberales, recurrió a su increíble polilogismo
clasista para tratar de justificar su teoría de la lucha de clases. Pero
nunca pudo explicar racionalmente la presencia de la lógica proletaria,
que según él sería distinta de la lógica burguesa, en personas
pertenecientes a, la burguesía como eran él 'mismo y su compañero de
luchas políticas Federico Engels. El profesor van Mises es uno de los
hombres de ciencia que con mayor claridad efectúa la crítica demoledora del polilogismo marxista, el cual, dicho sea de paso, dio pie a la
sofisticada elaboración del polilogismo racista de los nazis, que pretenden la existencia de una lógica distinta según la raza a la cual pertenece
el sujeto.
Es interesante recordar la posición eminentemente democrática del
prof. van Mises. En la tercera edición de su obra 'i\cción Humana"
dedica algunas páginas al tema. Reconoce que el movimiento liberal y
democrático de los siglos XVIII y XIX en gran medida se apoyó en la
idea de la ley natural y en los imprescriptibles derechos del hombre.
Pero concluye sosteniendo que la democracia, la propiedad privada, la
tolerancia y la libertad son recomendables sobre todo porque resultan
altamente beneficiosos. En este sentido se identifica en cierto modo
con la filosofía utilitaria de Bentham. De todos modos, van Mises con- VIII sidera importante la necesidad de upa opinión pública suficiente que
apoye las políticas correctas para lo cual, naturalmente es indispensable dedicar los recursos y el tiempo requerido para la tarea de esclarecimiento. Al respecto, viene al caso recordar una interesante
anécdota de la que el Prof. von Mises fue el principal protagonista.
Hace muchos años, cuando el Prof. Leonard Read se encontraba al
frente de la Cámara de Comercio de Los Angeles, von Mises fue
invitado por dicha institución a dar una conferencia. Al final del acto,
durante el tiempo dedicado a las preguntas, uno de los asistentes le
formuló al disertante la siguiente: "Supongamos, Dr. von Mises, que
Ud. contara con amplísimos poderes en este país para conducir uqa
política adecuada, que Ud. fuera prácticamente un dictador, cuáles
serían las medidas que Ud. adoptaría?" Rápido como el rayo, la
repuesta de von Mises fue: ''Abdicaría!''. Porque sus convicciones
democráticas fueron firmes en todas circunstancias.
Las ideas de von Mises sobre la libertad y la función del gobierno
ponen bien claro que el gobierno es una de las instituciones humanas
más beneficiosas cuando cumple su cometido. Porque, siendo la naturaleza humana como es, no se concibe la civilización y la paz sin un
gobierno que prevenga y reprima fraudes y agresiones contra los derechos individuales. Por eso los derechos civiles constituyen la barrera
que marca los límites de la acción gubernamental. Porque la libertad se )
ejerce en el área donde el gobierno no interfiere.
No es posible hablar del pensamiento del Prof. von Mises en estos
tiempos de, profunda preocupación sobre el tema monetario sin decir
dos palabras respecto al mismo. Von Mises era un creyente convencido
de las bondades del proceso del mercado libre. Y no excluyó del
mismo a la moneda. Si se pronunció en favor del patrón oro fue
porque surgió del mercado; y la experiencia demuestra que dicho
sistema acompañó a la época más fecunda de la civilización occidental.
Y, sobre todo, von Mises defendió al patrón oro porque, entre todos
los sistemas conocidos, es el que mayor disciplina monetaria impone,
y más limita las posibilidades de manipuleos monetarios que siempre
tienden a efectuar ciertos políticos y grupos de presión. En otras palabras, la inflación monetaria que tanto aflije al mundo de hoy, se hace
mucho más difícil para los gobiernos que pueden operar dentro de
límites muy estrechos, cuando el suministro monetario está condicionado a la producción de las minas de oro y a su costo operativo.
Quien penetre en las obras del prof. von Mises sin prejuicios, tiene
que reconocer en él al pensador profundo, serio, desapasionado, ani- mado pe
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por hallar la verdad en sus estudios e investigaciones.
Con evidente razón el gran prof. ]acques Rueff pudo decir de él:
"Si comparamos la engañosa irracionalidad económica imperante con
la imperturbable intransigencia de su pensamiento lúcido, Ludwig van
Mises ha salvaguardado los fundamentos de una ciencia económica
racional, cuyo valor y efectividad han sido demostrados en sus trabajos. Con sus enseñanzas, ha sembrado la semilla de una regeneración
que dará sus frutos tan pronto como el ser humano, una vez más,
comience a preferir las teorías veraces a las cOIl}placientes. Cuando ese
día llegue, to~s-e-éoñ'oiñTstásreconocer:in que Ludwig van Mises
merece admiración y gratitud. Puesto que él ha sido quien, a pesar de
la confusión que tiende a contradecir las razones para existir de la
propia ciencia, afirmó infatigablemente los derechos de la razón, su
supremacía sobre la materia, y su efectividad en la acción humana". Es
sabido que muchas personas son más sensibles a la palabra escrita que
a la hablada. La influencia sobre ellos es mayor cuando leen un libro o
artículo que cuando escuchan una conferencia o un alegato verbal. Mi
experiencia personal en el debate de las ideas confirma lo anterior.
Amigos con quienes solía discutir sobre el tema del liberalismo y el
socialismo y avanzaba con ellos lentamente en el logro del convencimiento de la superioridad del sistema social de la libertad, ese convencimiento mi interlocutor lo alzanzó rápidamente tan pronto como
abordó la literatura del prof. van Mises. Y esto es particularmente
cierto cuando se. trata de la magnífica obra titulada "SOCIALISMO".
Con personas engañadas por la literatura socialista, me ha ocurrido
que su lectura de este libro les hizo ver enseguida la luz de la verdad.
El converso, aunque a menudo no lo confiese, a veces prefiere aparecer descubriendo él mismo la verdad sin que "alguien" se la haya echo
ver, no obstante haber sido precisamente el autor del libro que leyó
quien lo sacó de su error. Sin desmerecer la importancia de las conferencias, cursos y seminarios, la lectura es generalmente más penetrante
y permite al lector volver sobre determinados conceptos ya leídos para
asimilarlos mejor. Por algo van Mises solía repetir que no hay mejor
universidad ni mejor método para enriquecer los conocimientos del
ser humano que encerrarse en el silencio de una habitación y concentrarse en la lectura de un libro esclarecedor que invite a la meditación.
A mi juicio ningún estudioso de nuestros tiempos debería dejar de
recurrir a la literatura de van Mises para completar su formación intelectual. x
Su obra "SOCIALISMO" ha sido trap,ucida a varios idomas y es hoy
el libro de cabecera de eminentes profesores, analistas e investigadores
sociales, políticos y estudiosos en general. Por todo aquello, acertadamente, la "Western Books Foundation" lo ha elegido para reeditar al
castellano, satisfaciendo así un anhelo general de los estudiosos e
iniciar de ese modo la serie de obras de van Mises que dicha entidad
se propone poner al alcance de todos los pueblos hispanoparlantes.
La primera edición en castellano de "SOCIALISMO" se publicó en
Méjico. Su traducción estuvo a cargo del distinguido pensador mejicano Dr. Manuel Montes de Oca, tío del prof. Gustavo Velazco quien la
terminó después del fallecimiento de Montes de Oca. Esta primera edición en castellano se agotó rápidamente.
En un viaje a Méjico en 1955 hablé con el Prof. Gustavo Velazco
sobre la posibilidad de reeditar en la Argentina esta importante obra.
Esta idea se concretó en el acto fundacional del Instituto de Análisis
Económico y Social que tuvo lugar en la ciudad de Maracaibo en Venezuela. El seminario que a ese efecto se llevó a cabo, trató seis conferencias presentadas sobre el tema de la libertad; dos por el mismo Dr.
Gustavo Velazco, y otras tantas respectivamente por el Dr. Joaquín Reig
de Madrid y el autor de este prólogo. Las seis conferencias fueron editadas con el título "Deliberaciones sobre la Libertad" y en todas ellas
campearon las enseñanzas del eminente autor del libro motivo de este
prólogo. Finalmente la segunda edición en castellano la realizó el Instituto Nacional de Publicaciones de Buenos Aires y la misma también se
agotó rápidaIl).ente.
Ahora, se ha podido concretar esta tercera magnífica edición que la
"Western Books Foundation" pone a disposición de todos los pueblos
de habla castallana.
"SOCIALISMO" está dividido en 5 partes y al final del libro vienen
las conclusiones del autor y un epílogo.
La primera parte se titula "Liberalismo y Socialismo." En ella trata
los problemas relacionados con la propiedad y la naturaleza de este
derecho, deteniéndose en el análisis de la teoría de la violencia y de la
teoría del contrato. Luego se refiere al socialismo y al orden social en
relación con las constituciones políticas, y a la familia co~... célula
fundamental de la sociedad libre.
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Ta segunda parte titulada "La economía de una sociedad socialista" analiza la naturaleza de la actividad económica, la organización de
la produción bajo el socialismo, la distribución de los ingresos, la
posición del individuo bajo el socialismo, el socialismo bajo condi- ',- En 't ciones di!
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parte se refiere también a las relaciones internationales en la comunidad socialista y a la formas pseudosocialistas.
En la tercera parte titulada "La supuesta inevitabilidad del socialismo" analiza la evolución social, la naturaleza de la sociedad, el conflicto como factor de la evolución social, la explosión de los intereses seco
toriales y de la luchas de clases, y la concepción materialista de la historia. Y por último, en este capítulo, se refiere a la concentración del
capital y a la formación de monopolios compulsivos y protegidos por
el estado como un primer paso hacia el socialismo, con especial refe·
rencia a la teoría marxista de la concentración y a la teoría de la política antimonopolista.
En la cuarta parte titulada "El socialismo como un imperativo
moral" analiza el socialismo y la ética, el cristianismo y el socialismo y
la ética del capitalismo.
En la quinta parte titulada "Destruccionismo" analiza la motivación
de los poderes destructivos, los métodos de destrucción, la violencia y
la autoridad y la batalla por las ideas. En la "Conclusión" el autor finalmente se refiere al significado histórico del socialismo moderno y a la
crisis de la civilización.
Por último el "Epílogo" se refiere al fracaso del intervencionismo, a
su carácter dictatorial y antidemocrático, señalando el carácter socialista del intervencionismo. Se refiere asimismo al socialismo y al comunismo, a la agresividad de la URSS, la herejía de Trotsky y finalmente a
la enseñanzas de la experiencia soviética, al fascismo y al nazismo.
Entre las muchas observaciones que constituyen enseñanzas para
todos los tiempos, Mises dice en la obra comentada "La idea de un
dualismo en la motivación asumida por la mayoría de los teóricos de la
ética cuando distinguen entre los motivos de la acción humana entre
egoístas y altruístas, no puede mantenerse. Porque este intento de contrastar las acciones egoístas y altruístas provienen de una concepción
equivocada de la interdependencia social de los individuos. El poder
de elegir si mis acciones y conductas me sirven a mí mismo o a mis
semejantes, no se me ha dado, lo cual se puede decir que es afortunado. Porque si así fuera, la sociedad humana no sería posible. En la sociedad basada en la división del trabajo yen la cooperación voluntaria.y
libre, los intereses de todos sus miembros están en armonía y de ello se
sigue que, en última instancia, las acciones lícitas realizadas para el
propio interés y las realizadas en el interés del otro, no están en con·
flict...
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- Winter '18
- Emily p
- Verdad, España, Ludwig von Mises, Burguesía, Epistemología, Marxismo