Para apreciar cómo la dualidad onda-partícula supone todo un reto para nuestra experienciadel mundo, piense en el siguiente escenario. Una fuente de luz ilumina una pantalla, la cualse cubre con una serie de detectores. Primero, consideremos que la luz es una onda. Es unaperturbación en el campo electromagnético, una perturbación que se difunde a partir de lafuente. Cuando más se aleja la onda de la fuente, la energía se expande más, por lo que cadadetector percibe una pequeña proporción de la energía de la luz. Todos los detectores recibenla misma cantidad al mismo tiempo.La dualidad onda-partícula funciona en ambos sentidos. No sólo la luz, consideradatradicionalmente como una onda, se comporta como una corriente de partículas, sino que loselectrones, considerados tradicionalmente como partículas, se comportan como ondas ‒como hace cualquier partícula a escala atómica‒. Si realizamos el experimento de la dobleranura con electrones en lugar de con luz, obtendremos los mismos resultados. Ya sea confotones o con electrones, la naturaleza ondulatoria de estas partículas se manifiesta comouna probabilidad de que se puedan encontrar en posiciones concretas. La probabilidad sedetermina con el diseño experimental (en este caso, la distribución de las dos rendijas).(Halliday, 2007)MATERIALESPara el acondicionamiento del experimento se utilizó:Una pistola de partículasoFotones,oElectrones,oHelioMuro con 2 rendijas de 2,5 cm. de grados de absorción ideales.Una pantalla negra (La cual servirá para registrar la ubicación de las partículas al finaldel recorrido).