político, social y económico de los grandes gobernantes a nivel mundial, en este proceso
unos ganan y otros pierden, muchos argumentan que es necesario la perdida para poder
alcanzar el progreso, es como la búsqueda de la anhelada paz, del conflicto armado en
Colombia, en donde ciertas ideologías han marcado la historia de nuestro país, con la
guerra unos ganan y otros pierden y al igual que a los españoles, conquistadores, hidalgos,
caballeros, el hambre y sed de oro les llevo a hipotecar sus bienes para ir en busca de
tesoros míticos y de leyendas hoy día muchos gobernantes han embargado la nación en
búsqueda de poder y de riqueza, su ambición ha sido mayor que la prosperidad y el
bienestar político, social y económico de los pueblos.
Conclusiones e inferencias.
Eduardo Galeano escribe acerca de cómo la ambición por tesoros y riquezas permitido a
muchos realizar descubrimientos insospechados, aunque no era su objetivo principal;
además de como el hombre en su fiebre por el oro esclavizo a los habitantes de aquel
Nuevo Mundo. Para esto emplea al protagonista de una gran travesía: Cristóbal Colón; del
cual en verdad muchos desconocen su verdadero origen, pues algunos dicen que su origen
era judío, al igual que la mayor parte de la tripulación, tal como lo expone el autor del libro
Raíces Hebreas de Nuestra Fe (Avraham, B. 2002).
¿Qué tan falso era el mito de El dorado? El Dorado aparece en un mapa de 1625, era un
legendario reino o ciudad, ubicada en el territorio del antiguo Virreinato de Nueva Granada;

en una zona en donde se creía existían abundantes minas de oro, que tal si los españoles en
su hambre y fiebre descubrieron la ciudad y trasladaron todo el oro a Europa.
Resumen del Cuento 1
Cuando Cristóbal Colón se lanzó a atravesar los grandes espacios vacíos al oeste de la
Ecúmene, había aceptado el desafió de las leyendas. Los navegantes portugueses
aseguraban que el viento del oeste traía cadáveres extraños y a veces arrastraba leños
curiosamente tallados, pero nadie sospechaba que el mundo sería, pronto, asombrosamente
multiplicado.
América no sólo carecía de nombre. Los noruegos no sabían que la habían descubierto
hacía largo tiempo, y el propio Colón murió, después de sus viajes, todavía convencido de
que había llegado al Asia por la espalda. Colón llevaba consigo un ejemplar del libro de
Marco Polo, Los habitantes de Cipango, decía Marco Polo, «poseen oro en enorme
abundancia y las minas donde lo encuentran no se agotan jamás...Los Reyes Católicos de
España decidieron financiar la aventura del acceso directo a las fuentes, para liberarse de la
onerosa cadena de intermediarios y revendedores que acaparaban el comercio de las
especias y las plantas tropicales, las muselinas y las armas blancas que provenían de las
misteriosas regiones del oriente. El afán de metales preciosos, medio de pago para el tráfico
comercial, impulsó también la travesía de los mares malditos. Europa entera necesitaba
plata; ya casi estaban exhaustos los filones de Bohemia, Sajonia y el Tirol.

